_Camino de Santiago_
Etapa Burgos – León
Este puente de mayo fui a realizar una etapa del Camino de Santiago, con un grupo del trabajo.
La etapa que realizamos fue de Burgos a Carrión de los Condes andando y llegamos hasta León.
Como siempre me daba un poco de miedo. Porque al escribir a Acecale Celiacos de Castilla y León no me dieron muchas opciones por los pueblos que tenía que pasar. Más bien no había ninguna opción.
Así que preferí ser prevenida y llevar mi mochila llena de comida «Kit Viaje».
El viernes 27 de abril, me levante temprano para preparar un par de bocadillos con el nuevo pan rustico de Proceli (uno de jamón, queso y cebolla crujiente. El otro de queso de untar, salmón y aguacate).
Necesitaba llevar provisiones en el autocar para todas las horas que teníamos por delante. Y suerte que lo hice, porque en ninguna de las áreas de servicio en las que paramos tenían nada apto para celiacos.
Llegamos a Burgos por la tarde y teníamos dos opciones. O ir andando hasta el pueblo donde dormiríamos a unos 10 km Tardajos o visitar Burgos. Como no conocía Burgos, decidí hacer visita turística por la ciudad.
Nos alojamos en el Albergue Casa de Beli donde teníamos la cena reservada. No tuve ningún problema y a la hora de desayunar al día siguiente, tampoco. Me sirvieron un zumo de naranja, con un par de tostadas.
Comenzamos la ruta temprano, porque era la etapa más larga. 30 km por delante hasta llegar al siguiente destino del Camino de Santiago.
Por el camino fui picando algo del kit supervivencia y cuando paramos en el Albergue Santo Brigada en Yepes. Pude tomar una coca cola y un pintxo de tortilla.
Que bien sienta poder comer algo rico cuando llevas horas andando.
Aunque llegamos Tarde a Castrojeriz, pudimos comer en el restaurante El Mesón. Después de descansar un rato y poner los pies en remojo en el Albergue Ultreia, visite el pueblo. Quise subir a ver el castillo, pero empezó a llover y me refugie en el bar La Taberna. Donde pude tomar una cerveza sin gluten.
Para cenar me prepare unos Yatekomo de gallinablanca sin gluten. El problema fue al ir a desayunar. Tenían leche sin lactosa y pan sin gluten.
Suerte que vi como lo preparaba todo en el mismo sitio, con los mismos utensilios y con la misma tostadora. Les explique el tema de la contaminacion cruzada, para que ninguna otra persona celiaca tenga problemas. Así que me toco tirar del kit supervivencia otra vez.
Menos mal que había desayunado. Porque nada más empezar a caminar, nos sorprendió una subida y nos dijeron que el pueblo más cercano estaba a unos 10 km de distancia.
Paramos en el Bar Tachu en Itero de la Vega. Buena elección. Desayunamos unos trozos de bacon con huevos fritos y hasta pude sucar pan. Ya que en el kit supervivencia llevaba.
Después de coger fuerzas en esta parada del Camino de Santiago. Fuimos más deprisa, ya que el tiempo empeoraba. Hacía mucho frio, a ratos llovía e incluso nos llegó a granizar.
Pero a mí se me paso todo el cansancio al ir a comer al Asador Villa de Frómista. De primero pedí morcilla y de segundo lechado asado, todo ello lo remate con un flan casero. Tuve suerte, porque sabían preparar los platos sin gluten. Lástima que no tuvieran pan.
Esa tarde pasamos un frio horrible y nos refugiamos en el bar El Jardín Meeting Point. Como había comido mucho y el Albergue Municipal cerraba a las nueve y media. Me fui a dormir sin cenar.
Por la mañana temprano baje a desayunar y por primera vez pude tomar leche sin lactosa y cereales sin gluten. Lo acompañe con unas magdalenas que había traído yo.
Así que con alguna baja en el equipo de caminantes, seguimos el camino Solo hicimos dos paradas, una para visitas una iglesia, otra para tomar algo y calentarnos. Aunque no llovía hacia un frio increíble 1 grado.
Llegamos pronto a Carrión de los Condes y reservamos mesa en “La Corte”. Pedí una paella que no me gustó nada y unas costillas de cerdo, pasables.
Después de comer cogimos el autocar que nos llevaría a León. Nada más llegar a León e ir a visitar el centro me encontré con la tienda «Las Celicias». Compre un par de barras de pan sin gluten y quede en pasarme a desayunar al día siguiente. Suerte que aun siendo festivo, estaba abierto.
Por la zona del barrio húmedo después de buscar un rato, encontramos el bar “Los Cazurros” donde me comí un plato de bacalao con verduras y patatas.
A la mañana siguiente mientras los demás se iban a un bar a desayunar. Yo me fui a las Celicias. Ya que el Albergue tampoco tenía nada apto.
Pude desayunar unos churros con chocolate recién hechos. Para el camino de vuelta a casa me lleve, una bolsa de magdalenas y una empanadilla de atún. Aunque me comento que hacen pedidos a domicilio a cualquier parte de España. Mientras desayunaba, estuve hablando con Javi el propietario del local. Que es celiaco y deportista como yo.
Así que además de irme de León con un sabor muy dulce. Pude tener una bonita charla sobre deporte y el Camino de Santiago. Le conté que siempre he querido realizar el Camino de Santiago entero. Pero hasta que no encuentre el momento. He realizado etapas cortas, como esta. Para quitarme el gusanillo, para recargar pilas, desconectar y además encontrar gente encantadora como él.
Os recomiendo hacer el camino 100 x 100. Sea por el motivo que sea que lo realices. Pero si vas ten por seguro que repetirás. El Camino de Santiago tiene algo que te engancha.