Mi primera Maratón

Este domingo dispute mi primera Maratón. No puedo estar más feliz, con haber conseguido cruzar meta.

Llevo soñando con correr una Maratón algún tiempo. Pero lo veía un sueño inalcanzable. Me parece realmente admirable recorrer esa distancia. Uno tiene que estar muy entrenado física y mentalmente para conseguirlo.

Pero Sara Carmona  lanzo el reto con la ayuda de ISDIN y no me lo pensé ni un momento. Podría correr mi primera Maratón con 20 mujeres. Que iban a vivir la misma experiencia que yo. Igual de nerviosas, con los mismos miedos y la misma ilusión.

Tengo que reconocer que no ha sido nada fácil y que mi mente ha ganado la batalla en muchas ocasiones. Preparar una Maratón es complicado, porque hay que entrenar muchos días a la semana y hay que salir a realizar los entrenos con ilusión.

Yo no empecé con esa motivación. Me sentía cansada, sin ganas de entrenar, por debajo de los tiempos que estaba haciendo hace un año. Así que tocaba entrenar la cabeza y decirle que yo podía.

Tenía que decirme a mí misma que era capaz de conseguir correr mi primera Maratón. Que quizás no lo iba a conseguir hacer en el tiempo deseado, pero eso no era lo importante.

Me vine arriba en el entreno de 30 km que realizamos. Me sentí cómoda, sin molestias y con fuerzas para poder afrontar 12 km más. Eso aun sabiendo, que no estaba cumpliendo con todos los entrenamientos marcados por Sara.

El viernes quedamos en el stand de ISDIN para afrontar el último entreno, recoger todas juntas el dorsal y compartir las horas previas a mi primera Maratón. Nervios, ilusión, miedo, ganas…

El sábado pase por la feria de nuevo y pude comprobar que aun falta mucho camino en el mundo nutricional deportivo sin gluten. Tengo que dar una nota negativa a la organización de mi primera Maratón.

Eventos sin contar con personas con intolerancias. Prueba dura donde no todo era apto para celiacos. Avituallamientos muy repetitivos y monótonos. Además de acabar de correr durante más de 4 horas, para que te vuelvan a dar un plátano o mandarinas.

Volviendo a la feria y que cada vez hay más marcas que tienen productos sin gluten para los deportistas celiacos. Tienes geles, golosinas, barritas, recuperadores, fruta deshidratada, colágeno.

Así que una vez vista de nuevo la feria y con los deberes medio realizados. Me fui a casa a preparar todo lo necesario para el día siguiente. Cenar pronto para poder irme a la cama a descansar. Otro elemento fundamental para preparar mi primera Maratón. Una buena dieta durante los meses previos y sobre todo durante la semana de antes.

A las 07:30 ya estábamos todos allí para dejar las cosas en guardarropía, desearnos lo mejor y colocarnos en el cajón correspondiente.

Una vez escuche la música de Montserrat Caballé y Freddie Mercury “Barcelona” para iniciar la salida, me calme y pensé en disfrutar la carrera.

Los primeros km pasaron muy deprisa y me encanto encontrarme con alguna de mis compañeras. Que enseguida me adelantaron. Son unas Cracs!!!

Llegue a meridiana sobre el km 19 con ganas de llegar al km 22 y tener la mitad de la cursa conseguida. Hasta ese momento todo había sido muy fácil y disfrutando del ambiente, del recorrido, de los corredores que me rodeaban.

Al coger la calle rambla Prim tuve que realizar una parada de emergencia. Para utilizar uno de los lavabos portátiles. Eso sí que es una hazaña. Solo los que habéis entrado en uno de ellos, sabéis de lo que os hablo ;-).

Mi muro empezó en el km 27. Me sentía débil, sin fuerzas y con ganas de parar y abandonar.

Pero no deje que mi cabeza ganara y seguí corriendo tal como me iba diciendo mi  Celiaco por Amor. No pares, ve más lenta, pero no pares. Si yo puedo, tú puedes. Somos un equipo.

Ese era el mantra que me fue repitiendo durante toda mi primera Maratón. El pobre me acompaño sin haber entrenado y corriendo a un ritmo mucho más lento del que está acostumbrado a correr. Él sabe lo mucho que significo tenerle a mi lado en este reto.

Conseguí llegar al km 36 arco de triunfo donde me esperaban dos amigas con una pancarta que decía “Campiona” y con silbatos para que las pudiera oír bien. Como ayuda ver a alguien conocido que te anima, que confía en que puedes conseguirlo.

Tal como me había dicho Sara, si llegas al km 37 la Maratón es tuya. Así que aunque me dolía todo, seguí corriendo. Afronte la calle Paral.lel deseando llegar a meta. No se me hizo tan duro como creía, aunque es de subida. Supongo que ver que yo aún podía correr, aunque varios corredores iban andando me dio fuerzas para seguir y conseguir acabar mi primera Maratón.

Al llegar al km 42 me emocione, realice un sprint en los últimos 195 metros para cruzar meta de la mano de mi Celiaco por Amor. Lo habíamos conseguido y no podía estar más feliz.

Al momento me encontré con mis compañeras, que ya habían conseguido cruzar meta antes que yo y nos fuimos a buscar nuestra ansiada medalla. Lo nuestro nos había costado conseguirla.

Después de eso, me fui hacia el km 41 para ver la llegada de las que aún faltaban por llegar y fue muy emocionante ver que absolutamente todas lo conseguimos.

Todas conseguimos acabar nuestra primera Maratón y hoy podemos decir:

Soy Maratoniana.